Interpeñas Zaragoza: El pregón de los rumberos

Camela y Los Manolos inauguraron Interpeñas ante alrededor de 4.000 personas que acudieron al concierto.

La rumba no quiso esperar al pregón para inaugurar su propia fiesta. Camela y Los Manolos asumieron la responsabilidad de abrir, con un concierto solidario. Se vendieron 30.000 entradas (el aforo de Interpeñas al completo), según la organización, aunque, al final, unos 4.000 espectadores fueron los que se animaron a seguir de verdad el espectáculo a pie de escenario.

Lo estrenaron Los Manolos, que han dejado de lado sus americanas de colores y quieren poner de moda un estilo dominó a base de combinar blanco y negro. No sufrieron mucho para romper el hielo. Exactamente lo que tardaron en entonar sus canciones más conocidas.

Con 'All my loving', versión de un clásico de The Beatles que los catalanes han hecho suyo, el público de todas las edades, hasta familias enteras, comenzó a congeniar con el grupo. Y se metieron al respetable en el bolsillo cuando dedicaron las coplas de 'El muerto vivo' a José Antonio Labordeta. Pero todavía faltaba la canción que todos querían escuchar. 'Amigos para siempre', otra versión del himno de los Juegos Olímpicos de Barcelona.

Con el público ya dispuesto a exprimir la primera noche de fiestas, hicieron aparición Dionisio Martín, Ángeles Muñoz y Miguel Ángel Cabrera. Con su inconfundible estilo, bautizado como 'tecno-rumba', el trío madrileño consiguió que el público coreara sus muchos éxitos.

Al ritmo del teclado y de las bases tecno, las voces aflamencadas de Dioni y su compañera Ángeles Muñoz repasaron gran parte del repertorio de Camela, cargado de historias de amor y desamor narradas desde lo cotidiano. Comenzaron con 'Ahora', una de las de su último disco, 'Laberinto de amor', que junto a la omnipresente rumba fue el gran protagonista de la noche. Y tras varios temas de este álbum, comenzó el camino hacia el pasado. Camela comenzó a rebobinar hacia sus primeros discos, pasando por todos sus éxitos -'Amor.com', 'Nunca debí enamorarme' o 'Cuando zarpa el amor'-, para retomar el presente con 'Laberinto de amor', el tema que dio título a su trabajo más reciente.

La imagen del botellón, pese a todo, volvió a hacer acto de aparición a las puertas y en los alrededores del recinto de Interpeñas. Una estampa habitual.